Meloni respalda las conversaciones de su Gobierno con la compañía de comunicaciones de Musk: “Es la única opción”
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha defendido por primera vez en público las negociaciones que su Gobierno mantiene con la empresa de telecomunicaciones de Elon Musk, lo que ha suscitado una intensa controversia en Italia. Durante una rueda de prensa en la que realizó un balance del año, la líder de Hermanos de Italia afirmó que, en lo que respecta a la seguridad de las comunicaciones, “no hay alternativa” a SpaceX, la compañía del magnate que está a punto de asumir un cargo en la próxima Administración de Donald Trump. Además, sostuvo que Europa y, en especial, Italia “no han llegado a tiempo” para desarrollar sistemas adecuados que garanticen la protección de las comunicaciones sensibles de los gobiernos y las instituciones, y que la única opción frente a la propuesta de Musk es “no contar con protección”. Para Meloni, la empresa del también propietario de la red social X es “el actor más avanzado tecnológicamente en este ámbito, en el que no existen alternativas públicas”.
La primera ministra ultraderechista negó que haya cerrado ningún acuerdo con SpaceX y explicó que las conversaciones que su equipo está manteniendo con la empresa, muy criticadas por la oposición, buscan “garantizar algunas comunicaciones sensibles y delicadas”. Y aseguró que ella nunca ha hablado de la cuestión personalmente con Musk, con quien mantiene una gran sintonía y a quien considera un “amigo”. “Evalúo las inversiones extranjeras solo con la lente del interés nacional, no de las amistades. No es mi costumbre utilizar lo público para hacer un favor a los amigos”, zanjó Meloni.
La líder italiana mantiene una estrecha relación con Musk, que ha recibido muchas críticas de la oposición, que apunta a un posible conflicto por los intereses económicos privados que el magnate tiene en Italia. “¿El problema es que es privado? ¿O son las ideas políticas de Elon Musk?”, ha preguntado Meloni sobre su aliado, conocido por su apoyo a Trump en Estados Unidos y a las fuerzas ultras en Europa.